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  • Foto del escritorAmex Sanivar

Breve historia de la construcción de oleoductos


Historia de los sistemas de transporte por tuberías


Desde que el ser humano comenzó a asentarse en aldeas, se dio cuenta de la necesidad de controlar el movimiento del agua. Esto se consiguió primero asentándose cerca de los ríos: el agua era fácilmente accesible y los residuos podían alejarse. A medida que las aldeas crecían y las necesidades de agua se extendían, se utilizaron ideas innovadoras para transportar agua potable y de riego, e incluso gas en China.

Aqueduct System, Viana do Castelo, Portugal ©ChristopherLarson
Aqueduct System, Viana do Castelo, Portugal ©ChristopherLarson

Por ejemplo, los chinos utilizaron el bambú para transportar agua y gas, e incluso iluminaron la ciudad de Pekín mediante el uso de antiguos sistemas de tuberías ya en el año 400 a.C. Los romanos y los persas construyeron acueductos que aún hoy pueden verse. Los mayas tenían complejos sistemas de tuberías. Estas primeras tuberías sentarían las bases para futuros desarrollos.


Pero esos avances no se producirían realmente hasta al menos otros 1.700 años.


Esto nos lleva al siglo XVIII, cuando se utilizaron comercialmente las primeras tuberías de hierro fundido. El siguiente hito importante se produjo en el siglo XIX, cuando se desarrollaron las tuberías de acero, añadiendo resistencia a la oferta actual de tuberías.


Este rápido crecimiento impulsó la expansión de las tuberías en el siglo XX, en el que se instalaron la mayoría de las tuberías, así como el desarrollo de la amplia gama de materiales para tuberías que conocemos hoy en día.


El aumento de la construcción de oleoductos


Pero, ¿qué ha provocado este aumento en la construcción de tuberías? La revolución industrial, en pocas palabras.


Mientras que el agua era el principal objetivo de los sistemas de transporte por tuberías en el mundo antiguo, el aumento de la construcción de tuberías en los últimos 200 años ha sido impulsado principalmente por el transporte de petróleo y gas.


En el siglo XIX, no sólo había que abastecer de agua a los hogares, sino que las zonas residenciales y las fábricas necesitaban agua, gas y petróleo. Estas necesidades llevaron al desarrollo de la tubería de acero en la década de 1860. Gracias a su mayor resistencia, ahora los líquidos podían ser impulsados a mayor presión y a distancias más largas. La explosión no había hecho más que empezar.


1923 pipeline being prepared in Canada ©CANADIAN ENERGY PIPELINE ASSOCIATION

Tuberías modernas


A medida que avanzaba el siglo XX, las tuberías se instalaban a gran velocidad. No sólo se colocaban tuberías de acero y hierro, sino que también se utilizaba hormigón, pvc, amianto, ladrillo y otros materiales para transportar agua, aguas residuales, gas, petróleo y otros medios.


Esto nos llevaría al ecuador del siglo XX, ya que las décadas de 1950 y 1960 resultarían ser las más importantes para la construcción de tuberías. Sólo en Estados Unidos, el 44% de los oleoductos proceden de esos 20 años.


En la actualidad, se siguen construyendo oleoductos en todo el mundo, con una estimación de 3.500.000 km de tuberías en 120 países, ya sea por encima o por debajo de la tierra, y cientos de miles de kilómetros en construcción o en proyecto.


Mirando al futuro


Este rápido crecimiento y construcción nos lleva a preguntarnos cuál es el futuro de las tuberías. ¿Qué lecciones podemos aprender del pasado para ayudar a mejorar nuestras futuras necesidades de infraestructura?


Se trata de preguntas de gran calado.


Aunque está claro que se seguirán construyendo nuevos oleoductos, una de las principales cuestiones a las que nos enfrentamos hoy es cómo mantener operativos y eficientes los oleoductos actuales. Dado que la mayoría de los oleoductos tienen más

de 50 años de antigüedad, hay que hablar de ello ahora. Reparar y rehabilitar debería ser una cuestión prioritaria en el debate sobre las tuberías, y no una idea de última hora.


Pero sustituir una tubería no es suficiente. Hay muchos factores que deben entrar en el debate sobre la rehabilitación de las tuberías, como el impacto en el medio ambiente, los costes sociales y la sostenibilidad de las soluciones.


Ahí es donde entran en juego empresas como Amex Sanivar. Con nuestras soluciones de rehabilitación de tuberías sin zanja, reconstituimos las tuberías de una manera que tiene un bajo impacto en el medio ambiente, interrumpe la vida de la comunidad local lo menos posible y proporciona soluciones sostenibles para el futuro. Puede obtener más información aquí.


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